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Ataque a la residencia - parte 5

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Me dejaron dormir en una habitación, al pero en una cama muy pequeña o eso pensé debido a mi altura , para ellos se quejaron de las camas de lo duras que eran, para mi fue como dormir en una nube, ya que apenas fui consciente de cuanto dormí.

Cuando me levante me quitaron la ropa y me pusieron un pijama eso creo, cuando encontré algo parecido a ropa,  di cuenta de algo tenia disparos sobre el pecho, todos eran mortales, pero la razón de que siguiera vivo era que la piel de lo que me transforme era dura como un chaleco antibalas, me marche directo donde estuviera la cocina, hay estaban todos con una radio oyendo las noticias, cuando me vieron aparecer, palidecieron tal vez la ropa no me quedara bien o que matara y asesinara a sangre fría, permitiéndonos escaparan cientos de mutantes de forma fácil.

-Creo que os debo una explicación amplia –suspire –¿pero como llegamos aquí?
-Eso lo puedo decírtelo yo mismo – levanto ligeramente la voz Careidis –cuando llegamos a una especie de casa, descansamos un rato y pudimos curar a alye el corte no era muy profundo y se pudo curar fácilmente, luego cuando recuperamos un poco las fuerzas y tu te volviste humano y te desmayaste, las cosas esas se convirtieron una masa extraña -mostró caras de completa repulsión ante tal cosa – descubrimos un camping donde alquilamos a cambio de trabajo y lo demás creo que no es necesario explicarte mas y ahora nos debes una explicación.
-Es fácil de explicar –suspire por que no encontré palabras mas adecuadas que estas –desde que el primer día me convertí en un alíen, no lo tuve claro pero a medida que mi personalidad se fue dividiendo hasta que se convirtió en otro ser, este solo salía cuando me transformaba en marciano, pero siempre pensé que era la personalidad del marciano, pero ahora me doy cuenta que estaba equivocado.

Hubiera sido la peor de las pesadillas, y ni si quiera saber lo que tenia sentirse como yo haber matado con pleno conocimiento, aun que preferí callarme el detalle que una transformación, estuvimos los dos concientes, las dos personalidades actuando, me entran escalofríos cuando lo pienso, lo único que se oía era el ruido de la radio, que anunciaba la entrada de las brigadas internacionales todas formadas por anti fascistas y principalmente comunistas, pues se creía con los puros estaba financiados por burgueses dedicados a la seguridad privada y armamento.

Comí poco, de lo que ellos habían preparado los dos amigos se fueron y me dejaron con Alye, el ruido era igual de doloroso que el silencio de la nada, ella acerco la mano me rozo, lo único capaz de salir del fondo de mi.

-Me debes odiar.
-Entiendo por que lo dices y lo que hiciste, pero – la voz le cayo hasta dejar de hablar.
-Cometí un error, pero no me arrepiento, me hicieron una cosa horrible y se la devolví, además... no sirve de justificación.

Por desgracia ella acompaño esa justificación con doloroso silencio.

-¿entonces que hago? Ya no se que hacer.
Ella de una forma tan sumamente sutil, me dio un beso en la mejilla, aun sentía ese profundo amor por el cual yo también me sentía unido a ella.

-Podemos ir con mi padre se alegrara saber que estoy bien.
-No se que pensaran ellos de todo esto.
-Tranquilo todo a su tiempo.

Me dio otro beso en la mejilla y empecé a derramar lagrimas, creo que nunca fui tan feliz como en ese momento.

La bese varias veces en la frente y luego apoye la cabeza en mi pecho, no os podría decir con seguridad cuanto tiempo estuvimos con la misma postura, pero nos pillo ambos, nos fuimos primero ella y luego yo al baño, mientras tanto preparaban algo de cena, me lave la cara, pero me sentía que los traicionaba a ellos, pero hice algo que tal vez les ayudaba, aun no me creo esto, pero ya no podría ayudarles, era humillante pensarlo.

Me sorprendió un pensamiento cuando estuve en el baño, en mi mente la idea que  se habían liberado la escuela, como era posible tal cosa, le habría costado sudor, sangre y lagrima, cuando salí del baño, cenamos fue bastante ligera, tras comer Alye y Careidis se fueron a por hielos, pues ella se quejaba de un golpe en un hombro que se había creado un moratón.

Me acerque hacia el, cogí una silla y me senté al lado de el.

-¿Te puedo hacer una pregunta?.
-Ya me las hecho, por me lo preguntas.
-Un día, lo juro entenderé tu sentido del humor.
-Bueno que querías preguntarme.
-No has sentido como una sensación ... – parecía como si no me entendiera, bueno me había entendido todo lo dicho mas menos  pero adivino lo que le iba a decir-
-No, no creo que lo sintiera lo que tu dices.

Eso me lleno de una duda completamente extraña, por que había sentido una cosa tan concreta y lejana, pero lo que menos entendía era por que yo no lo había notado el en teoría era mas a fin a ondas mentales y similares, entonces me saltan dos ideas o una telépata de la institución creo una onda para todos los residentes tuvieran algún familiar sintieran que eran liberados o el creo una sensación en mi de liberación para que me tranquilizaran, era algo me quitaría el sueño durante mucho tiempo, pero preferí pensar que se habían liberado y seguramente en pocos días tendría que decirles adiós a mis amigos por que yo y alye nos marcharíamos a Narbona cuando termine esta locura y espero que no quede mucho.

Y tampoco paso mucho tiempo las brigadas internacionales, reunidas por segunda vez liberan los Paises Bajos tardaron dos semanas debido a la gran cantidad de canales y si volaban alguna de las paredes, infundaban gran parte de las tierras circundantes por lo que provocaba grandes complicaciones al desplazarse, pero se liberaron todo los lugares y cuando llegaron al camping fueron acogidos como héroes, eran casi todos franceses menos dos que eran alemanes pero fue una alegría cuando se fueron, recordemos que apenas estábamos alejados de Rótterdam, pero fue un espectáculo verlos, pero me tendría que despedirme de unos amigos que seguramente durante un largo tiempo.
Llore amargamente
punto y final a todo lo acontecido en Ataque a la residencia, espero que os guste
© 2014 - 2024 miguel-el-kender
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